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Zinc en maíz, el micronutriente clave para aumentar rindes 

El maíz habitualmente presenta varias deficiencias de micronutrientes. Entre los principales se encuentra el zinc, un elemento clave que genera un impacto positivo en el rendimiento, elevándolo hasta un 10%. Varios especialistas definen al Zn como el cuarto elemento limitante en la producción de maíz.

Históricamente, los planes de fertilización, se ocuparon principalmente de buscar altos rindes con la aplicación de macronutrientes como nitrógeno (N) y fósforo (P). A lo largo del tiempo, esta situación afectó el balance en los suelos, disminuyendo la concentración de muchos micronutrientes, reflejando estas deficiencias en los cultivos e impactando negativamente sobre los rendimientos.

Un claro ejemplo es lo que ocurre con el zinc. Especialistas de todo el mundo manifestaron en un Simposio de Fertilidad, que “el zinc es el micronutriente que más se ha deteriorado en estos últimos años en Argentina”. Encontrando una deficiencia generalizada donde en áreas de alta producción, la intensificación de cultivos generó el problema. Por otro lado, el déficit puede presentarse por condiciones naturales de baja oferta de materia orgánica, bajas temperaturas en los suelos o por una interacción negativa con altos contenidos de fósforo.


El zinc es un elemento utilizado por los cultivos en pequeñas cantidades (por lo general menos de 0,6Kg de Zn por hectárea), aunque es esencial para el crecimiento normal de la planta y el desarrollo

El maíz es un cultivo muy susceptible a la deficiencia de Zinc y se han documentado pérdidas de hasta un 20 por ciento de rinde sin detectarse síntomas visibles (deficiencia oculta). El zinc tiene un papel preponderante en procesos vitales como ser el metabolismo de nitrógeno, síntesis de enzimas con actividad meristemática y -fundamentalmente- en la síntesis de triptófano, precursor de hormonas de crecimiento. Además, es constituyente de la enzima anidrasa carbónica, fundamental para la fotosíntesis, también evita la degradación del ácido ribonucleico (ARN), favoreciendo la mayor producción de aminoácidos y proteínas, entre otras funciones.

Identificando la deficiencia
Para determinar la deficiencia de Zinc en el cultivo, es importante realizar un diagnóstico efectivo. La deficiencia de Zinc sub-clínica o marginal reduce el rendimiento de los cultivos sin la aparición de síntomas visibles. Por lo tanto, el análisis de suelo en presiembra es una herramienta valiosa para predecir tempranamente si los cultivos van a estar o no bien abastecidos con este micronutriente. En maíz la aparición de deficiencias puede presentarse en las primeras semanas del cultivo. Habitualmente, el síntoma visible es una clorosis internerval en la lámina de las hojas más jóvenes, ya que es un nutriente inmóvil dentro de la planta. 

Buscando el máximo potencial
Ya diagnosticada la necesidad de aplicar Zn, es fundamental lograr una elevada eficiencia de utilización del fertilizante, contemplando tanto la dosis, el momento de aplicación, como la fuente utilizada.

La fertilización foliar con nanotecnología demostró ser una herramienta eficaz para cubrir los niveles de Zinc requeridos por el cultivo de maíz, ofreciendo los nutrientes necesarios en el momento adecuado, potenciando el rendimiento y optimizando tanto costos como logística, pudiendo aplicarse de manera conjunta con otros productos destinados a la protección de cultivo, como insecticidas, fungicidas, herbicidas, o incluso con otros nutrientes, como el Nitrógeno.

Los nano minerales, son una herramienta útil para superar limitantes del suelo que restringen la solubilidad o movilidad de los nutrientes, para corregir eventuales deficiencias de corto plazo, y en momentos clave de alta demanda de nutrientes o durante estadios críticos en desarrollo del cultivo.

En varios ensayos, la aplicación foliar con esta tecnología logró incrementar significativamente los rendimientos con una muy buena relación respuesta-dosis. El momento de aplicación se realizó 40/50 días respecto a la siembra para permitir suficiente expansión foliar y lograr una mayor absorción.


Los fertilizantes de emulsión líquida con nanominerales de alta pureza, tienen como beneficio sus dosis de aplicación reducidas (200 a 1000 cc/ha por cada aplicación) y con una velocidad de reacción mayor y perdurable, simplificando el manejo y optimizando costos operativos.

MIST-Zn® es una dispersión de nanopartículas minerales con una adecuada concentración en Zinc, Potasio, Silicio y Azufre. El Zinc es un micronutriente esencial para el crecimiento y reproducción de las plantas, ya que participa en numerosos procesos metabólicos, además de darle resistencia a la planta en condiciones de estrés. La presencia de Potasio ayuda a controlar el balance iónico e interviene en la translocación de microelementos, el Silicio aumenta la resistencia de las plantas para superar estrés biótico y abiótico, y el Azufre es un constituyente estructural de compuestos orgánicos y al igual que el Zinc participa en los procesos de síntesis de proteínas.


En un ensayo realizado en la localidad de Darregueira en la campaña 2021/22, se evaluaron tratamientos de nutrición en maíz sobre un híbrido Nucorn 2650 MGRR2, con el objetivo de evaluar el impacto de la aplicación de MIST N®, MIST P® y MIST Zn® en el rendimiento en grano y sus componentes de un cultivo de maíz.

El rendimiento fue mayor en el tratamiento que recibió aplicaciones de fertilizante foliar Mist Zn + Mist P + Mist N, además de urea, el cual generó 1067 kg/ha-1 por sobre el testigo. Por otro lado, todos los tratamientos que involucraron la presencia de fósforo a la siembra presentaron respuesta.


Otro ensayo que se realizó en la localidad de Balcarce en la campaña 2021/22, sobre un híbrido DK 7220, demostró el impacto del Zn en el rendimiento final. Todos los tratamientos recibieron una fertilización de base de 40 kg/ha de fosfato diamónico (18-46-0), por otro lado, otros lotes ensayados recibieron además una aplicación de urea a la siembra, Mist N + Mist P y Mist Zn en V4 + Mist N en V8.


Todos los tratamientos que recibieron combinaciones de fertilizantes Mist mostraron un mayor número de granos/m2. El rendimiento medio de los tratamientos se ubicó en el rango entre los 10,500 y 12,100 kg/ha, en línea con lo reportado en la zona en lotes de alta productividad. Los tratamientos que recibieron Mist Zn en V4 y sumado a Mist N, en aplicación foliar, mostraron una excelente respuesta en rendimiento, gracias a las aplicaciones combinadas en los momentos fenológicos de mayor requerimiento por parte del cultivo. Este aumento en rendimiento puede ser explicado por el número de granos, en donde se manifestó una importante diferencia ante las aplicaciones de Zn. En cuanto al peso de los granos, no hubo diferencias significativas.


El MIST-N®, es una suspensión de nanopartículas minerales, con una elevada concentración de nitrógeno (27%), azufre (5,8%), calcio (14,1%) y magnesio (6,5%), a la que se le suman trazas de boro. Como fertilizante líquido, puede ser aplicado por pulverización a partir del estadio V4 sobre el maíz, sin inducir estrés en la planta, y no posee fitotoxicidad. Al ser una fuente de alta pureza, cuenta con la practicidad de requerir bajas dosis respecto a otras alternativas (2 a 3 l/ha), permitiendo optimizar la gestión y transporte. Lo novedoso de esta tecnología es que cede su contenido en forma progresiva, acompañando así el crecimiento y desarrollo del cultivo. Garantiza un impacto benéfico a partir de la alta eficiencia de uso y la sincronización de la liberación con el avance de ciclo.


Para una nutrición completa, es recomendable realizar una fertilización de base y complementarla a lo largo del ciclo con fertilizantes foliares. Basarse solo en las aplicaciones de fertilizantes no siempre es suficiente para reducir la brecha entre los rendimientos potenciales y los reales. Es necesario que exista un enfoque integrado para mejorar el rendimiento, incluyendo la genética y las prácticas de manejo.