Kioshi Stone

Trigo 2025/26: estrategias de nutrición inicial para maximizar la rentabilidad

Trigo 2025/26: estrategias de nutrición inicial para maximizar la rentabilidad

La campaña de trigo 2025/26 en Argentina plantea desafíos y oportunidades que requieren un manejo agronómico integral. Para asegurar la rentabilidad, es clave comenzar con una nutrición inicial adecuada, incorporar tratamientos vivificantes en la semilla y aplicar fertilización microgranulada con nanotecnología. Estas prácticas fortalecen el desarrollo radicular, mejoran la implantación y permiten al cultivo expresar su máximo potencial, incluso bajo condiciones climáticas adversas.


Revalorizar el manejo agronómico inteligente, en un contexto de precios estables y condiciones climáticas con riesgos moderados, puede hacer la direfencia. Las señales de una posible transición a condiciones “La Niña” en el trimestre julio-agosto-septiembre, aunque con intensidad aún incierta, obligan a anticipar estrategias que aseguren una buena implantación y permitan al cultivo resistir eventos de estrés hídrico.


En este escenario, la planificación eficiente de la nutrición desde el momento cero resulta crucial. Lograr un cultivo fuerte, uniforme y resiliente requiere ir más allá del manejo clásico de nitrógeno, integrando herramientas como el tratamiento vivificante de semillas y la fertilización dirigida con microgranulados enriquecidos con micronutrientes y nanotecnología.


La nutrición nitrogenada como base de la rentabilidad

El trigo es altamente sensible a la disponibilidad de nitrógeno, no solo por su impacto directo en el rendimiento, sino también en la calidad final del grano. Por eso, la fertilización nitrogenada es el factor de manejo más importante para obtener altos rindes con buena relación proteína/rendimiento. La necesidad de aplicación debe calcularse como la diferencia entre la demanda del cultivo y el nitrógeno disponible en suelo, sumando un manejo cuidadoso para optimizar la eficiencia de uso del nitrógeno (EUN). Tanto la sub-fertilización (rendimiento no alcanzado) como la sobre-fertilización (uso innecesario de insumos) reducen la rentabilidad.


Nutrición balanceada: la clave para expresar el potencial del trigo

Más allá del nitrógeno, el trigo responde notablemente a la fertilización balanceada con macro y micronutrientes. Fósforo, potasio, azufre, calcio, magnesio, zinc y silicio son componentes críticos para el desarrollo inicial, el crecimiento sostenido y la calidad del grano. La deficiencia de nutrientes como fósforo y azufre impacta negativamente en el desarrollo radicular, la biomasa aérea y la eficiencia fotosintética. El calcio, por su parte, mejora la absorción y el transporte interno de nutrientes, mientras que el silicio fortalece los tejidos y mejora la tolerancia al estrés abiótico.


Vivificantes de semilla: arrancar con ventaja

Además de mejorar las características del suelo, es crucial estimular el desarrollo radicular con una adecuada nutrición a la semilla. En contextos de siembras invernales y lotes con cierta fragilidad hídrica, el tratamiento de semilla con vivificantes ofrece múltiples beneficios. Entre ellos se destacan: mayor vigor y velocidad de emergencia, desarrollo radicular robusto y precoz, mejor implantación y cierre temprano del surco, menor impacto del estrés hídrico o térmico, y mayor competencia contra malezas, entre otros.

raices trigo

Alcanzar un efectivo desarrollo de las raíces y un crecimiento uniforme es vital. Los vivificantes están formulados con diferentes nutrientes que ayudan a aumentar la resistencia del trigo al estrés abiótico, como la sequía o las bajas temperaturas. Productos como Mist VG®, una suspensión mineral desarrollada por Kioshi Stone, combinan elementos esenciales como nitrógeno, zinc, azufre, calcio, magnesio, hierro y silicio. Esta formulación crea una “zona de confort” en la rizosfera, mejorando el entorno inmediato de la raíz y facilitando la expresión del potencial genético de la semilla.


Entre sus efectos destacables se encuentran la rápida asimilación del calcio y la mejora del transporte de nutrientes. Puede aplicarse en conjunto con inoculantes y otros tratamientos químicos, en dosis muy reducidas (300-500 cc cada 100 kg de semilla), con excelente compatibilidad.

Mist vg

Fertilización con microgranulados: nutrientes precisos, en el lugar justo

Una vez solucionada la problemática de suelos y la fertilización a la semilla, debemos brindarle uno de los minerales más importantes al cultivo en sus estadios iniciales: el fósforo. Se suele mencionar que lo que uno ve por arriba del cultivo se refleja en lo que hay debajo. Es por eso por lo que si no aportamos fósforo previo a la siembra, probablemente obtendremos un cultivo con escaso desarrollo radicular, impactando consecuentemente en la biomasa aérea y reduciendo la capacidad fotosintética.


La incorporación de fertilizantes microgranulados con nanotecnología representa un salto de eficiencia en la nutrición inicial del trigo. A diferencia de las mezclas convencionales, estos productos ofrecen una alta concentración de nutrientes clave, granulometría fina y homogénea (0,8–1,2 mm), una liberación controlada y disponibilidad inmediata en la rizosfera, con menores dosis necesarias y menor impacto ambiental.


La línea de Kioshi Stone, con su producto B-Phos® 10-40, aporta fósforo altamente disponible y nitrógeno en un formato diseñado para su aplicación en línea junto con la semilla. Su formulación incluye 13 nutrientes: N, P, K, S, Ca, Mg, Zn, Fe, B, Mn, Cu, Mo y silicio, todos incorporados en forma nanoestructurada que mejora su absorción y movilidad. Este tipo de fertilización dirigida es especialmente importante durante las primeras semanas post-emergencia, cuando la raíz explora un volumen limitado de suelo y la competencia por recursos es máxima.


Resultados a campo: evidencia técnica

Los ensayos demuestran que esta tecnología puede aumentar significativamente la biomasa inicial y el desarrollo radicular, factores estrechamente vinculados con el rendimiento final, sobre todo bajo condiciones de estrés hídrico o térmico.

ensayo trigo parcelas

Durante el 2024 se llevó a cabo un experimento de campo dirigido por el Ing. Agr. (MSc) Gustavo Néstor Ferraris, en la EEA INTA Pergamino, sobre un suelo Serie Pergamino, Clase I-2, Argiudol típico, evaluando la respuesta del cultivo de trigo cultivar DM Carpintero, de ciclo largo a distintas estrategias integrales de fertilización. El diseño experimental contempló diversas combinaciones de nutrientes y fuentes, incluyendo fertilización sobre la semilla.

En este caso comparamos los aportes de la implementación de vivificantes de semilla y la aplicación de microgranulados, en comparación con un tratamiento tradicional de 100kg/ha de MAP.

Cuadro trigo BIOME MIST VG

Los resultados alcanzaron buenos rendimientos a pesar de las imitaciones hídricas, validando que la fertilización fue una herramienta eficaz para incrementar los rendimientos de trigo. Se observó que la combinación de tratamiento vivificante de semilla con Mist VG® junto a la aplicación en línea de B-Phos® lograron una nutrición más balanceada respecto de la tradicional con MAP, generando tendencias positivas en los rendimientos. El tratamiento que incluyó la aplicación de 35kg/ha de Biome + 5ml/kg de vivificante de semilla MIST VG® se diferenció estadísticamente respecto a la fertilización convencional con 100kg/ha de MAP.