Los cultivos tienen necesidades que deben ser satisfechas para alcanzar altos rendimientos. Así, radiación, tiempo de crecimiento, agua, y nutrición son los principales requerimientos que deben ser cubiertos. El aporte de los nutrientes brinda piezas estructurales para toda la maquinaria de crecimiento y desarrollo de la planta.
Un correcto manejo nutricional del cultivo de soja permite mejorar los rendimientos
y captar respuestas rentables en ambientes que no proveen los nutrientes
necesarios al cultivo. Por eso, es necesario garantizarle a la planta, una
oferta balanceada que incluya los nutrientes esenciales, secundarios y micro que
resultan imprescindibles para el crecimiento y desarrollo de estructuras
radiculares y nodulares.
La falta de humedad viene generando, junto a las altas temperaturas, un cuadro de estrés que impacta directamente en el estado del cultivo, favoreciendo el aborto floral y afectando el rendimiento potencial esperado. Este escenario constituye un momento propicio para recurrir a la fertilización foliar, como herramienta optima. No sólo nos ayudará a tener cultivos más estables, sino que permitirá sumar cantidad de granos y de mayor calidad. Se trata de una herramienta que está disponible desde hace tiempo y genera adeptos gracias a la facilidad y la versatilidad de su manejo, teniendo en cuenta que puede sumar a aplicaciones previstas junto con herbicidas o fungicidas.
Recomendado para complementar la fertilización de base, con aplicaciones en
estadio vegetativo de V4 a V10 y en estadio reproductivo de R1 a R4.
Ensayos realizados en la localidad de Gálvez (Pcia. De Santa Fe), demostraron que, en cuanto al rendimiento, el Tratamiento 2 (T2) con 2 aplicaciones de 1 lt/ha de V6 + 1 lt/ha en R2 de Mist – BLC, se destacó del testigo (T1 testigo con 100kg/ha de SPS), logrando 300 kg/ha más de rendimiento.
En el
caso del ensayo realizado en la localidad de San Jerónimo Norte (Pcia. De Santa Fe),
se demostró que en lo que hace al rendimiento, el Tratamiento 4 (T4) con Mist-P
a la siembra + Mist - BLC, se destacó de los demás tratamientos (T1 testigo, T2
con 100kg/ha de SPT a la siembra y T3 con 300 cc/100kg de Mist VI en semilla + 100kg/ha
de SPT), logrando 466 kg/ha más que el testigo.
La fertilización foliar en tiempos de Niña marca claramente una diferencia en los rindes potenciales. Más aun, cuando utilizamos productos especialmente diseñados para soja, donde la tecnología aplicada en nanopartículas, como el MIST-BLC, claramente ofrece beneficios no solo al cultivo sino a su manejo. Desde su presentación en Bag in Box de 15 litros, que permite armar un pallet estándar de 56 unidades (840 litros), fácilmente transportable en camioneta y cuyo rendimiento permitirá cubrir más de 400 hectáreas, y su facilidad de aplicación, que permite utilizar los sistemas de pulverizaciones terrestres y aéreas junto con otros tratamientos.
Por último, el Mist-Balance elimina la toxicidad de aluminio y hierro, mejorando los suelos con pH ácidos (menores a 5,5), y permitiendo así que la disponibilidad de fósforo aumente.