El efecto de la sequía de las últimas campañas ha dejado secuelas en varios cultivos. Ante el panorama actual, debemos considerar estrategias que permitan minimizar el efecto del estrés por seca. Una recomendación es inocular las semillas y potenciarlas con tratamientos vivificantes de semillas. Estas herramientas le permiten al cultivo, un buen desarrollo radicular y un crecimiento rápido y uniforme de plántulas para superar un estrés. Lograr un efectivo desarrollo de las raíces y un crecimiento uniforme, es vital cuando el 70 % del potencial de rendimiento se puede perder por estrés abiótico.
Nutrición desde la semilla
Hoy en día, los productores están incorporando herramientas como el tratamiento de semillas. Tratar las semillas con vivificantes surge como una opción para garantizar al cultivo, los nutrientes esenciales para su desarrollo inicial, además de estimular el crecimiento temprano para lograr una mejor implantación.
MIST-VG® es un vivificante de semillas líquido con nanopartículas
minerales de nitrógeno, zinc, azufre, calcio, magnesio, hierro y silicio.
MIST-VL® es un vivificante para semillas recomendado para leguminosas, compuesto por nanopartículas minerales de azufre, calcio, silicio, molibdeno, manganeso, boro y cobalto.
Estos minerales aseguran una
zona de confort en la rizosfera y permiten la máxima expresión del poder
germinativo (PG) de la semilla, favoreciendo el desarrollo de la plántula. El
resultado final es una mejor implantación, un mayor desarrollo radicular
reflejado en una mayor tolerancia a estrés por sequía, además de que favorece
al confort de organismos fijadores y solubilizadores presentes en el suelo.
Ambos productos pueden ser aplicados en
conjunto con inoculantes y otros tratamientos químicos de semillas, y la
tecnología de su formulación permite utilizar dosis muy reducidas, de 300 a 500
cc cada 100 kg de semilla en 1 o 2 litros de agua según cultivo.
Un ensayo realizado en San Francisco de
Bellocq, sudoeste de la Provincia de Buenos Aires, demostró el impacto del
vivificante de semilla en el desarrollo de las raíces de una cebada, aplicando
Mist Vg como tratamiento de semilla.
Elevando la calidad de
los suelos
La calidad del suelo involucra las
dimensiones física, química y biológica, y su evaluación es esencial para
determinar la sustentabilidad de los sistemas productivos.
La problemática de salinización
y sodificación surge como una de las principales consecuencias de la
degradación de los suelos en Argentina. Los suelos afectados por sales (SAS)
salinos y sódicos, limitan el crecimiento de los cultivos, reduciendo tanto su
capacidad para absorber agua como la disponibilidad de macro y micronutrientes,
además de concentrar iones que pueden ser tóxicos y pueden degradar la
estructura del suelo.
La corrección de suelos tiene
como objetivo incrementar la productividad final, ya sea en suelos de baja o
nula productividad que logran recuperarse, como en suelos con deficiencias leves,
en donde una corrección eficiente permite elevar el rendimiento por hectárea.
Hacer una corrección de suelos antes de fertilizar permite bajar la conductividad, evitando los efectos no deseados de la sodicidad, ofreciendo al cultivo una mayor disponibilidad de nutrientes asimilables.
Las principales enmiendas o correctores de uso tradicional son: cal viva (óxido de calcio), cal agrícola (carbonato de calcio), cal dolomita y yeso agrícola (sulfato de calcio) entre otros. Por suerte, la tecnología ha permitido el desarrollo de nuevos productos que reemplazan a los convencionales, permitiendo una eficiente recuperación de suelos mediante aplicaciones realizadas a muy bajas dosis, logrando excelentes resultados, aumentando la velocidad de reacción química de las partículas y acelerando su accionar en el complejo de intercambio del suelo. Entre sus ventajas, los productos innovadores con nanotecnología simplifican enormemente las tareas logísticas y de aplicación, incluso con menor personal asignado. Al ser suspensiones minerales líquidas pueden aplicarse junto a otros productos fitosanitarios como herbicidas.
La utilización de nanopartículas minerales ha
demostrado que es posible lograr desplazar el sodio lejos de las zonas de
influencia radicular.
Los suelos ácidos son aquellos que
contienen un pH de valor inferior a 5,5. Están asociados con un número de
toxicidades (aluminio) y deficiencias (molibdeno) y otras condiciones
restringentes para las plantas. Un corrector de suelos con alta tecnología es
el MIST TPS 65®, que soluciona problemas de acidez, mejorando sus
condiciones y estructura, ofreciendo disponibilidad de nutrientes al cultivo al
elevar la eficiencia de absorción de los mismos. Es una dispersión de
nanopartículas minerales de alta pureza, que contiene calcio y magnesio natural
de su génesis.
Los suelos salinos tienen
un alto contenido de sales solubles. Con frecuencia exhiben depósitos o
costras blancas de sal, visibles sobre la superficie de la tierra. Los suelos
sódicos tienen una alta cantidad de sodio intercambiable en los sitios de
intercambio de cationes. Estos suelos se caracterizan por tener un PSI > 15%,
como también una baja salinidad (CE < 4 dS m−1) y con frecuencia un alto pH
(> 8.5).
Un corrector de
suelos sódicos-salinos de alta eficiencia es el MIST TPS 78®, una
dispersión de nanopartículas minerales de alta pureza, cuya composición básica
contiene azufre, silicio y calcio, a la cual se le adiciona en su producción
azufre elemental. Esta combinación es recomendada para desplazar sodio y sales
del complejo de intercambio del suelo, logrando así mejorar la estructura;
reduciendo problemas de compactación y encostrado superficial.
Otra
herramienta de alta tecnología es el MIST-TPS®, una dispersión de nanopartículas minerales de alta
calidad, donde la relación azufre / calcio / magnesio proviene de su fuente de
origen. Recomendado para alcanzar el equilibrio ácido-base del suelo generando
leves correcciones de pH. También aporta bases reponiendo calcio y magnesio al
complejo de intercambio lo cual mejora la estructura y química edáfica. Además,
aporta calcio, magnesio y azufre para la nutrición de las plantas.
Toda la línea
TPS viene en presentación Bag in Box de 15 litros, que permite armar un pallet
estándar de 56 unidades (840 litros), fácilmente transportable en camioneta y
cuyo rendimiento permitirá cubrir hasta 280 hectáreas.
Para lograr cultivos de alto
rendimiento, es fundamental comprender la relación y la sinergia existente
entre el suelo y la semilla. Un suelo de calidad es un pilar importante para
una agricultura eficiente, pero debe ir acompañada de otras prácticas que le
permitan al cultivo desarrollarse para lograr todo su potencial, como la
correcta elección genética, fecha y densidad de siembra, agua útil, y una
oferta balanceada de nutrientes desde la siembra.
Potenciar la sinergia entre el suelo y la semilla, puede garantizar cultivos sanos que logren expresar todo su potencial genético, dentro de las posibilidades del ambiente sembrado.
A modo de conclusión, cuando apuntamos a
mejorar la producción en suelos con deficiencias o salinos sódicos, un correcto
manejo integral del suelo es sin duda, uno de los principales factores para lograr
aumentar la productividad por hectárea. Por lo que realizar una eficiente corrección
del suelo mediante el uso de enmiendas de manera previa a la aplicación de
fertilizantes, es determinante para la absorción real de los nutrientes por
parte de las plantas, que mejora la productividad de los cultivos. Sobre un
suelo de calidad, la semilla encuentra un ambiente propicio para su desarrollo,
en el que necesitará, desde un primer momento, una oferta balanceada de
nutrientes para su germinación y posterior implantación. Por ello, garantizar
una nutrición balanceada desde la semilla, a través de vivificantes de
semillas, potencia la sinergia suelo/semilla, apuntando a lograr cultivos de
alto rendimiento.